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¿ADICCIONES SIN DROGAS?


 

Aplicación test drogas

DVD  “PND”

A.A.A.A

 

Las drogas tienen una notable capacidad de aumentar los niveles de un neurotransmisor denominado dopamina. Precisamente el aumento de dopamina en el cerebro de los adictos es lo que provoca el subidón -la sensación de euforia- producido, por ejemplo, por la cocaína. Pero la dopamina  puede aumentar también con un contacto sexual, un atracón, el placer de comprar por comprar o el enganche a una máquina tragaperras. Los sujetos, una vez adictos a una  sustancia o a una conducta, se habitúan a altas concentraciones de dopamina.

La distinción entre drogas duras y drogas blandas es irrelevante: Más que el tipo de sustancia, lo que importa en una toxicomanía es la dependencia y, en último término, la pérdida de libertad de la persona. Por ello, el tabaco puede convertirse en una droga dura para un asmático si éste persiste en su consumo.

LOS componentes fundamentales de los trastornos adictivos son la pérdida de control y la dependencia. De este modo, las adicciones no pueden limitarse exclusivamente a las conductas generadas por sustancias químicas, como los opiáceos, los ansiolíticos, la nicotina o el alcohol. De hecho, existen hábitos de conducta aparentemente inofensivos que pueden convertirse en adictivos e interferir gravemente en la vida cotidiana de las personas afectadas.

 

LÍMITES  ENTRE LAS CONDUCTAS NORMALES Y LAS CONDUCTAS ADICTIVAS

 

PÉRDIDA DE CONTROL

 FUERTE DEPENDENCIA PSICOLÓGICA

 PÉRDIDA DE INTERÉS POR OTRAS ACTIVIDADES GRATIFICANTES

 INTERFERENCIA GRAVE EN LA VIDA COTIDIANA

 

 

 

La secuencia evolutiva habitual de las adicciones psicológicas es la siguiente (Krych, 1989):

a)      La conducta es placentera y recompensarte para la persona.

b)       Hay un aumento de los pensamientos referidos a dicha conducta en los momentos en que la persona no está implicada en ella. 

c)      La conducta tiende a hacerse cada vez más frecuente. El sujeto pierde interés por otro tipo de actividades anteriormente gratificantes.

d)       El sujeto tiende a quitar importancia al interés que despierta la adicción (mecanismo psicológico de la negación).

e)      Se experimenta un deseo intenso -sentido periódicamente- de llevar a cabo la conducta y se tienen expectativas muy altas acerca del alivio del malestar que se va a sentir tras la ejecución de la conducta.

f)       La conducta se mantiene a pesar de las consecuencias negativas crecientes. Hay una justificación personal y un intento de convencimiento a los demás por medio de una distorsión acentuada de la realidad.

g)      A medida que los efectos adversos de la conducta aumentan, el adicto comienza a tomar conciencia de la realidad y realiza intentos -habitualmente fallidos- de controlar la conducta por sí mismo.

h)      Lo  que mantiene ahora la conducta no es ya el efecto placentero, sino el alivio del malestar. Este alivio cada vez de menor intensidad y de más corta duración.

i)        El sujeto muestra una capacidad de aguante cada vez menor ante las emociones negativas y las frustraciones cotidianas. Las estrategias de afrontamiento se empobrecen debido a la falta de uso. De este modo, el comportamiento adictivo se convierte en la única vía para hacer frente al estrés.

j)        La conducta adictiva se agrava. Una crisis externa -una ruptura de la pareja, una estafa, la pérdida del empleo, etc.- lleva al paciente o a la familia a solicitar tratamiento.

 

 

 

 

 

Vulnerabilidad psicológica a las adicciones

 

El ser humano necesita alcanzar un nivel de satisfacción global en la vida. Normalmente, éste se obtiene repartido en diversas actividades: la familia, el trabajo, el sexo, la comida, las aficiones, el deporte, etc. Según señala Bertrand Aussell  en La conquista de la felicidad, el mayor número de aficiones e intereses de una persona está en relación directa con una mayor probabilidad de ser feliz. Las carencias en una dimensión pueden compensarse, en cierto modo, con las satisfacciones obtenidas en otra.

 

Por el contrario, si una persona es incapaz o se siente especialmente frustrada en una o varias de estas facetas, puede entonces centrar su atención en una sola. El riesgo de adicción en estas circunstancias es alto. De este modo, la adicción es una afición patológica que, al causar dependencia, restringe la libertad del ser humano (Alonso-Fernández, 1996).

 

En algunos casos hay ciertas características de personalidad o estados emocionales que aumentan la vulnerabilidad psicológica a las adicciones: la impulsividad; la disforia (estado anormal del ánimo que se vivencia subjetivamente como desagradable y que se caracteriza por oscilaciones frecuentes del humor); la intolerancia a los estímulos displacenteros, tanto físicos (dolores, insomnio, fatiga, etc.) como psíquicos (disgustos, preocupaciones, responsabilidades, etc.); y la búsqueda exagerada de sensaciones. Hay veces, sin embargo, en que en la adicción subyace un problema de personalidad -de baja autoestima, por  ejemplo- o un estilo de afrontamiento inadecuado ante las dificultades cotidianas.

En último término, se trata de personas que carecen de un afecto consistente y que intentan llenar esa carencia con sustancias químicas (drogas, alcohol o  tabaco) o sin sustancias (compras, juego, ordenadores o trabajo). Porque el cariño llena de sentido nuestra vida y contribuye de forma decisiva a nuestro equilibrio psicológico.

 

 

 

 

 

CONCIENCIA Y ALCOHOL.

 El alcohol es un alterador de la conciencia de primer orden. De 30 a 60 g de whisky reducen lo suficiente la percepción consciente como para transformar a un individuo tenso, ansioso y generalmente deprimido en un «alegre despreocupado». El alcohol bloquea las inhibiciones y hace desaparecer la autocrítica, una persona «algo bebida de más» puede tener incluso una mayor fluidez en la conversación, ser más rápida de ingenio, más sociable. Una mayor cantidad de alcohol reduce el funcionamiento cerebral al estado de embriaguez manifiesta. Aparece el habla poco clara, paso inseguro, se reduce el control sobre las emociones y la conducta. En esta situación de consciencia disminuida ocurren muchos accidentes mortales, suicidios y asesinatos. Cuando las dosis de alcohol aumentan, se entra en un estado de estupor, caracterizado por la relativa incapacidad del individuo para responder a los estímulos del  ambiente. Si los niveles de alcohol en la sangre siguen aumentando, se puede llegar al estado de coma -el coma etílico-, en el que el sujeto corre incluso peligro de muerte, haciéndose necesaria la respiración asistida.

10 PREGUNTAS SOBRE LA COCAINA

Sus efectos sobre el  organismo son devastadores. Además de causar  ansiedad o agresividad, su consumo puede provocar convulsiones, hemorragia cerebral o infarto de miocardio.

María Tapia

El consumo de cocaína en España se ha cuadruplicado desde 2000. Tras el alcohol y el cannabis, es la droga con más adeptos. Josep  Guardia Serecign miembro de la Unidad de Conductas Adictivas del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona) y vicepresidente de la fundación  Socidrogalcohol, responde a 10 preguntas sobre ella.

1 ¿CÓMO FUNCIONA EN El ORGANISMO? ¿QUÉ EFECTOS TIENE?! El consumo reiterado crea un estado le necesidad, que adquiere protagonismo sobre otros intereses y, a la vez, provoca un deterioro progresivo de la capacidad de autocontrol. Es un poderoso estimulante del sisma nervioso central, que puede tomarse por vía intranasal, fumada o intravenosa. Su administración aguda produce un efecto euforizante, que se acompaña de una sensación de energía, de mayor rendimiento sexual y activación motora. Pero suele estar acompañada de ansiedad y, en casos de sobredosificación, se pueden producir temblores, hipertensión arterial, infarto de miocardio o hemorragia cerebral.

2 ¿CÓMO AFECTA ALCEREBRO? ¿SE PIERDE LA MEMORIA? ¿Y Neuronas? ¿SE PUEDEN RECUPERAR DESPUÉS? ¿CÓMO INFLUYE PISCOLÓGICAENTE? El principal efecto sobre el cerebro es que produce cambios neuroadaptativos. También puede provocar cierto grado de deterioro cognitivo, es decir, dificultades para concentrarse, memorizar aprender de la experiencia. Estos déficits tienden a recuperarse cuando se deja de tomar durante muchos meses y reaparecen si hay una caída. Su consumo suele ir asociado a trastornos psiquiátricos, como depresión, angustia, disfunción sexual o episodios psicóticos.

3 ¿CÓMO PUEDO RECONOCER QUE MI HIJO HA TOMADO Cocaína?  Produce un efecto estimulante: activa acelera el funcionamiento del organismo. Sus manifestaciones psicológicas producen impulsividad, dificultad para concentrarse, euforia y mal humor. Las fisiológicas suponen una aceleración de la frecuencia cardiaca y respiratoria y el aumento de la presión arterial y del tamaño de las pupilas. Vigilar sus gastos puede ser buen síntoma para detectar su consumo.

4 ¿QUÉ HAY QUE HACER SI ESTÁS CON UNA PERSONA QUE PARECE SUFRIR UNA SOBREDOSIS DE COCAÍNA? La sobredosis suele manifestarse con estados de hiperexcitación del cerebro, como un ataque epiléptico o una pérdida de conciencia Es difícil que alguien que no sea personal sanitario pueda ayudar en situaciones de emergencia. La mejor opción es solicitar una ambulancia urgente.

5 ¿QUÉ PELIGROS ADICIONALES PRESENTA CUANDO SE CONSUME JUNTO CON ALCOHOL? La cocaína propicia un consumo descontrolado de alcohol. Juntos suponen un mayor número de accidentes, traumatismos o desinhibición de la agresividad que, proyectada hacia otros, induce a conflictos y que, lanzada hacia el propio consumidor, pueden conducir a lesiones autodestructivas. Además, el consumo simultáneo también conlleva un elevado riesgo de infarto de miocardio y accidente vascular cerebral.

6 ¿CON QUÉ SE CORTA LA Cocaína? La reventa de cocaína va campanada de su adulteración con otros productos que también son estimulantes, como la cafeína o las anfetaminas. Pero puede estar adulterada con cualquier otro producto de aspecto parecido.

7 ¿ES UN AFRODISIACO Y AUMENTA EL PLACER EN LAS RELACIONES SEXUALES? Puede aumentar el deseo  tener actividad sexual. En el inicio de su consumo, puede producir la disminución de la sensibilidad en la piel y las mucosas, retrasar la excitación sexual y demorar o impedir llegar al orgasmo. Su uso continuado puede interferir en la fase de excitación y causar problemas , impotencia o anorgasmia.

8 ¿ES MÁS PELIGROSA EN LAS PERSONAS CON OBESIDAD? Las personas con sobrepeso que toman cocaína para disminuir su peso no conseguirán el efecto deseado ya que se van a encontrar también con el efecto rebote. De manera que cuando cesa su efecto, reaparece el apetito, pero con una intensidad mayor que antes de haber tomado la droga.

9 ¿ES VERDAD QUE SE CAE LA NARIZ? La cocaína es un vasoconstrictor: produce una oclusión transitoria de los vasos sanguíneos, que aportan la sangre a los tejidos organismo. Esta droga impide que llegue la sangre que el tabique nasal necesita para mantenerse bien y su consumo crónico va a producir lesiones y, posteriormente la rotura de una parte del tabique, que acabará perforándose y, finalmente, con el tiempo, se producirá la destrucción del mismo.

10 ¿QUÉ EFECTOS NEGATIVOS ESTÁN RELACIONADOS CON LA FRECUENCIA EN QUE SE CONSUMA? ¿QUÉ PASA LOS DÍAS QUE NO SE TOMA? El mayor riesgo es terminar desarrollando una adicción, es decir, un consumo descontrolado que imposibilita a la persona afectada dominar la situación. Este nivel de dependencia trae consigo consecuencias adversas. Cuando llegue a ser consciente de lo que le produce la cocaína, no podrá evitar consumirla. Los días que no tome sufrirá los efectos  rebote, tales como depresión o baja energía. Incluso, se puede llegar al síndrome de abstinencia.

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