¿Qué es la adrenalina?
La adrenalina es una hormona secretada
por las glándulas adrenales (las suprarrenales) ante una situación de peligro.
Hace que reaccionemos instantáneamente a esa situación de emergencia.
¿Cómo actúa?
La adrenalina hace que nuestro sistema
nervioso "hiperactive" nuestras funciones vitales para esa situación
de alarma:
·
Se acelera el ritmo cardíaco
(necesitamos el máximo de sangre para aportar más oxígeno y nutrientes a todos
los órganos)
·
Aumenta la respiración para que la
sangre se oxigene lo antes y mejor posible.
·
Dilata las pupilas ya que necesitamos la
mejor visión posible para "ver el peligro".
·
Aumenta la presión sanguínea. Los vasos
sanguíneos de los órganos más importantes se ensanchan para recibir más sangre
mientras que los vasos más pequeños se estrechan ya que no son imprescindibles
durante unos momentos (orejas, nariz, manos, etc.) Por eso en momentos de
liberación de adrenalina nos quedamos pálidos.
·
Detiene, momentáneamente, el movimiento
intestinal ya que en momentos de peligro tener ganas de ir al baño sería todo
un problema.
·
Saca nuestras reservas de glucógeno
(glucosa) para que nuestros músculos tengan el máximo de combustible... para
salir corriendo o luchar.
¿Por qué hay gente que necesita
descargar adrenalina?
Hay personas que realmente sienten la
necesidad de descargar dosis extras de adrenalina practicando deportes de
riesgo, conduciendo el automóvil a gran velocidad, buscando pelea, subiendo a
atracciones como la montaña rusa, viendo películas de mucho miedo, etc.
Una de las explicaciones es que la
liberación de adrenalina produce un estado (momentáneo) de euforia, de máxima
energía y de capacidad de acción. Después la persona siente una agradable
sensación de relax gracias a la liberación de endorfinas.
La vida sedentaria de las ciudades y el
estrés cotidiano hacen que la liberación de adrenalina (muy continua) sea de
baja intensidad y necesiten estímulos cada vez más fuertes para sentirse
"vivos".
Enfermedades o síntomas por exceso de
liberación de adrenalina
·
La liberación de adrenalina hemos visto
que estimula al máximo el sistema cardiovascular. Cuando hay una emoción muy
fuerte, la liberación de adrenalina, es la responsable de que suba la presión
arterial y del aumento de los latidos del corazón. De aquí se concluye que la
gente demasiado emotiva o sometida a emociones muy fuertes (especialmente las
negativas ya que son más estresantes) sea más proclive a sufrir accidentes
cardiovasculares.
·
Aumenta la obesidad ya que favorece que
(junto al cortisol) se deposite más grasa y azúcares en el abdomen para que los
músculos la utilicen como combustible. Esto acabará provocando más problemas
cardiovasculares.
·
Con el tiempo, el exceso de liberación
de adrenalina puede afectar también al sistema nervioso ya que está preparado
para aguantar situaciones de estrés puntuales. La tensión continua provocará
falta de concentración, desánimo, agotamiento, insomnio, etc .Cuando la persona
se acostumbra a necesitar descargas fuertes de adrenalina cuando hace tiempo
que no las tiene acaba padeciendo síntomas parecidos a los de cualquier
adicción: desánimo, astenia, miedos, nerviosismo y necesidad imperiosa de tomar
estimulantes (alcohol, café, juegos de azahar e incluso drogas como la Cocaína)
Borja Martínez
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