La indefensión aprendida
La confianza en uno mismo, o seguridad personal, se puede traducir en un estado de paz y tranquilidad que tienen como base nuestros recursos para afrontar retos y dificultades. Esta seguridad se va adquiriendo con el paso de los años y se ve especialmente afectada por factores propios así como por factores ambientales.
La seguridad en uno mismo se alcanza -según el doctor Cabanyes-, sobre la base de autoaceptación, desarrollando una actitud de aprendizaje permanente (aceptando los errores y aprendiendo de ellos) y buscando los apoyos necesarios... Una insuficiente adquisición de la seguridad en uno mismo, siempre por la confluencia de varios factores (temperamentales, ambientales y un abanico de grandes o pequeños fracasos y frustraciones, y de situaciones, subjetivas u objetivas, de abandono, desprotección o humillación o desprecio), genera un sentimiento de amenaza (temor al fracaso o a que sobrevenga un mal: no ser aceptado, no alcanzar los objetivos, estar fuera de los cánones señalados, hacer algo mal, etc) que no es tolerable de forma sostenida y obliga a pretender crear entornos seguros.